Bomba en River, el adiós de Gallardo

Marcelo Gallardo anunció este jueves que una vez que finalice su contrato el 31 de diciembre ya no continuará al frente de River. Completará así ocho años y medio de ciclo, en el que el mejor DT de la historia del club de Núñez celebró 14 campeonatos.

Un promedio de casi dos vueltas olímpicas por año. Tan grande es la dimensión que alcanzó Gallardo en River que alcanzó a Angelito Labruna en la cuenta de 22 campeonatos -como jugador y técnico-. El Muñeco ya era amado cuando usaba los cortos: dio ocho vueltas en Núñez.

Durante estos ocho años y medio Gallardo ha alcanzado récords: se transformó en el más ganador de la historia del club y el que más títulos internacionales ha alcanzado. Y varios. En 392 partidos dirigidos consiguió nada menos que ¡100 triunfos como local! de los 212 totales. Además de los 43 empates y 32 derrotas en el Liberti (104 y 76, en total). Además, en 2021 alcanzó los 100 goles en un año.

 
 ¿Cuál fue el rival al que más veces enfrentó? ¡Boca! Fueron 26 partidos de los cuales ganó ocho. El resto fueron 11 empates y 7 derrotas. Una de las grandes victorias fue en Madrid y le dio el título que marcó la era: la Copa Libertadores 2018. Aquí, todos sus trofeos.

El comienzo de la leyenda. La Copa Sudamericana fue la piedra fundacional del River del Muñeco. El club volvió a festejar un título internacional después de 17 años. Lo consiguió con un invicto en los diez partidos que disputó y, lo mejor de todo, con una inolvidable eliminación a Boca en semifinales en la noche que Barovero le atajó el penal a Gigliotti. Godoy Cruz en la segunda fase, Libertad de Paraguay en octavos, Estudiantes en cuartos, el Boca de Arruabarrena y Atlético Nacional de Medellín fueron pasando en fila y derrotados por un River que empezaba a marcar una era en el fútbol Sudamericano.​

El segundo título internacional consecutivo del Muñeco como deté de River se produjo en la Recopa del 2015 frente al San Lorenzo campeón de la Libertadores 2014 con el Patón Bauza como DT. El equipo respondió con dos victorias (ambas por 1-0 con goles de Carlos Sánchez) para ratificar su mentalidad ganadora, su carácter y su voracidad competitiva. El 11 de Napoleón mantenía los apellidos y el funcionamiento de la Sudamericana y empezaba a soñar con la madre de todas las Copas.

Una conquista épica, con varios capítulos de película. River se terminó clasificando a los octavos de manera milagrosa luego de una primera fase de terror y suspenso. Sumó sus únicos tres puntos en la sexta (última) fecha vs. San José (3-0) y el 5-4 de los suplentes de Tigres contra Aurich lo metieron por la ventana en los mata-mata.

El siguiente desafío fue Boca, otra vez. Un Boca que se había clasificado como mejor primero en la fase de grupos. El desenlace es por demás conocido: 1-0 en el Monumental y la triste e inolvidable noche del gas pimienta en la Bombonera. A partir de ese avance a cuartos, River fue imparable en su camino hacia el título, con un histórico 3-0 contra Cruzeiro en Belo Horizonte, la semi ante Guaraní de Paraguay con la grata irrupción de Alario que llegó para reemplazar a Teo y el contundente triunfo en la final contra Tigres. Sin dudas, esta Libertadores es uno de los trofeos que no pelea por un lugar en el podio de los 13 que consiguió MG.

Una Copa que quedó desteñida por las vueltas olímpicas anteriores y posteriores del ciclo, pero que sumó otro valioso trofeo internacional para el club. Apenas habían pasado seis días de la conquista de América de Napoleón cuando River jugó en Japón y derrotó por 3 a 0 al Gamba Osaka con goles de Carlos Sánchez, Gabriel Mercado y el Pity Martínez.

Esta vez el rival fue Independiente Santa Fe de Colombia, como campeón de la Copa Sudamericana. Y la Copa volvería a quedarse en Núñez. Luego del empate 0-0 en la ida, la vuelta en el Monumental fue 2-1 para el Millo con goles de Sebastián Driussi y Lucas Alario.

Con la necesidad de ganarla para poder jugar la Copa Libertadores de 2017, el Millonario le apuntó todos sus cañones al certamen en la segunda mitad de 2016 y logró la consagración en un partido histórico: fue 4 a 3 sobre Rosario Central en la final con un hat-trick de Lucas Alario y uno de Iván Alonso. Fue el primer título a nivel local para Gallardo.

River venía golpeado por la eliminación en semis de la Copa Libertadores frente a Lanús luego de ir ganando 3 a 0 en el global. Tras superar a todos sus rivales, logró retener el título frente a Atlético Tucumán en Mendoza luego de ganarle 2 a 1 con goles de Ignacio Scocco y Nacho Fernández, y se coronó bicampeón de la Copa Argentina.

El nuevo resurgimiento. Campeón de la Copa Argentina 2017, se enfrentó al campeón del torneo local, nada menos que Boca... Por tercera vez consecutiva en superclásicos decisivos, el equipo de Gallardo festejó y dio la vuelta olímpica en Mendoza el 14 de marzo. Los goles, el Pity Martínez de penal y Nacho Scocco. Un preludio de lo que sucedería el 9 de diciembre de ese mismo año.​

No hace falta mucha explicación. El título más importante de la historia de River, del fútbol sudamericano y, tal vez, de todos los tiempos en el mundo. La final contra Boca fue la frutilla del postre de una seguidilla de triunfos impresionantes: contra Racing​ en octavos, Independiente en cuartos y Gremio en semifinales. Los goles de Lucas Pratto, Juanfer Quintero y el Pity Martínez en Madrid se siguen festejando cada día en Núñez como en el eterno 9 de diciembre de 2018 en Madrid.

El último trofeo internacional del River del Muñeco, con un replay del Modo Oso de Pratto, la jerarquía de Suárez, el liderazgo de Enzo Pérez y las manos salvadoras de Franco Armani. La tercera Recopa Sudamericana que levantó Gallardo​ en su ciclo, en esta ocasión ante Athletico Paranaense: perdió 1-0 la ida en Brasil y en Núñez dio vuelta la serie con un 3-0.

Después de la durísima derrota en la final de la Copa Libertadores 2019 ante Flamengo en los cinco minutos finales que no le dejaron ser bicampeón de América, el Millonario venció 3-0 a Central Córdoba de Santiago del Estero con goles de Nacho Scocco, Nacho Fernández y Julián Álvarez y se consagró campeón del certamen local. Así, se clasificó a la Copa Libertadores 2020.​

Si bien el título corresponde a la edición 2019 del torneo que enfrenta a los campeones de la liga y la Copa Argentina, la final entre River y Racing se disputó recién en marzo de 2021 como consecuencia del extenso parate por la pandemia. El equipo del Muñeco pasó por arriba a la Academia. Fue un 5-0 contundente y brillante, con goles de Borré, Julián Álvarez, De la Cruz, Leonel Miranda en contra y Matías Suárez.

El título que faltaba. La espina que le había quedado clavada desde su primer semestre como deté de River cuando perdió el torneo local con el Racing de Diego Cocca, en diciembre de 2014. Fue una campaña repleta de inconvenientes para Gallardo, principalmente por la cantidad de lesiones que sufrió el plantel durante todo el campeonato. Sin embargo, el Millonario logró el objetivo con una racha de triunfos impresionante (ocho consecutivos) y con la presencia de varios pibes formados en el club entre los 11, una meta siempre primordial para el Muñeco.

Y claro, contó con el goleador Julián Álvarez como máximo exponente del trabajo a largo plazo del entrenador en esta Liga Profesional. Tuvo que hacer más reinvenciones que nunca para armar el equipo que terminó dando una vuelta olímpica inolvidable frente a Racing en un Monumental desbordado de pasión.

Por haber ganado la Liga Profesional consiguió disputar esta final única contra Colón, el ganador de la Copa de la Liga Profesional en el primer semestre de 2021. Y hubo revancha contra Eduardo Domínguez, bestia negra del ciclo del Muñeco, porque consiguió imponerse 4-0 para volver a festejar con otra goleada como contra Racing. Julián Álvarez cerró su brillante año consagratorio anotando un doblete y luego Benjamín Rollheiser y Jorge Carrascal aportaron para la fiesta.