Se llevo a cabo un abrazo al Convento San Bernardo apoyando a las Carmelitas.

Organizaciones de derechos humanos, y de mujeres convocaron al acto; las monjas denunciaron por violencia de género al arzobispo.

Provinciales04/05/2022Clic SaltaClic Salta
Abrazo al convento
El caso de Violencia en la Iglesia de Salta da que hablar en los medios nacionales. Con una concurrencia de unas 150 personas, se realizó finalmente el abrazo al convento San Bernardo de Salta, donde viven las 18 monjas carmelitas de clausura  que denunciaron por supuesta violencia de género al arzobispo de esa arquidiócesis, Mario Cargnello.

Con una concurrencia de unas 150 personas, se realizó finalmente el abrazo al convento San Bernardo de Salta, donde viven las 18 monjas carmelitas de clausura  que denunciaron por supuesta violencia de género al arzobispo de esa arquidiócesis, Mario Cargnello. Bajo la consigna "Hermana, sí te creo", referentes de asociaciones de género y de mujeres y organizaciones de derechos humanos se congregaron en el lugar, a pocas cuadras de la Catedral. Para Salta, el hecho es disruptivo por el fuerte acatamiento social a la autoridad a la Iglesia.

Hoy se suspendió la audiencia citada por la Justicia en la causa  por la denuncia que alcanza también al cura ayudante de la catedral Lucio Ajalla y al obispo emérito y "visitador" del monasterio designado por la Santa Sede, Martín De Elizalde.

El abogado del arzobispo, Eduardo Romani, pidió la suspensión porque Cargnello está en la reunión de la Conferencia Episcopal Argentina en la ciudad de Buenos Aires , que termina el viernes próximo. Tampoco se le realizó la pericia psicológica. Aún no se comunicaron las nuevas fechas para ninguno de los dos procesos.

Solidaridad

 Tania Kiriaco, abogada y asesora de la Fundación Gema -una de las organizaciones convocantes- dijo a LA NACION: "Más allá de las creencias y de los hábitos, las hermanas son mujeres que denuncian haber sido violentadas por un varón que, en este caso es un arzobispo. Por eso, las acompañamos. Nuestra solidaridad es con ellas".

El lema "Hermana, sí te creo" es una adaptación del que se usa en las organizaciones feministas desde que escaló la visibilidad de los movimientos en apoyo de las mujeres víctimas de violencia. Entre las banderas e identificaciones de las agrupaciones, hubo otros carteles en los que se leía "soy tus ojos" o "a los claustros no volvemos nunca más", en referencia a que las mujeres dejaron de ocultarse.

"El abrazo es silencioso por respeto de las monjas de clausura que viven de ese modo -agregó Kiriaco-. Hubo muchas versiones sobre la denuncia que realizaron, muchas queriendo cambiar el eje que es que sufrieron violencia y se atrevieron a romper el orden, marcando un hito histórico".

El caso

 Desde la Iglesia siempre se negó que hubiera existido violencia y, además, el abogado del arzobispo planteó ante la Justicia que corresponde que sea la canónica y no la civil la que se ocupe del tema.  La jueza de la causa, María Carolina Cáceres Moreno, ratificó su competencia y respondió que son dos caminos separados y que, así como el concordato entre la Iglesia y el Estado argentino tiene rango constitucional, también lo tienen las convenciones internacionales a las que adhirió el país de protección de la mujer contra la violencia. Romani apeló la decisión y ahora debe decidir la Cámara.

El conflicto de fondo entre las partes es, como lo deja transparentado el documento de la Santa Sede de fines de marzo pasado, el respaldo de las carmelitas a la "Virgen del Cerro", una devoción que no es reconocida por la Iglesia institucionalmente  aunque, hasta la llegada de Cargnello al Arzobispado, no había generado mayores problemas.

"Es cierto que Salta es conservadora y muy católica, pero hace tiempo que luchamos y tenemos las consignas muy claras y estemos acá más allá de las diferencias que puede haber con quienes apoyamos. Deben estar protegidas como mujeres y no sabemos si lo están", sintetizó Kiriaco.

Fuente: La Nación

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