La Nunciatura Apostólica sale al cruce de las Carmelitas.

La secretaría de prensa del Arzobispado de Salta difundió un parte en el que informa que que la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires anunció formalmente la finalización de la visita apostólica a la comunidad de clausura de las Madres Carmelitas, en el Convento de San Bernardo, realizada por el obispo emérito de Nueve de Julio y religioso benedictino Martín De Elizalde y de la hermana Isabel Guiroy, también de la orden de San Benito, al convento “San Bernardo”. La visita había concluido el 30 de marzo.

La Nunciatura también entregó al Arzobispado y a las monjas las indicaciones de la Congregación para la Vida Religiosa y Sociedades de Vida Apostólica, referidas a las atribuciones del Arzobispado en el control de las devociones y de la administración del Convento.  

Según ese comunicado, que no lleva firma ni observa los protocolos habituales de la Curia, los organismos del Vaticano tomaron posición a favor del arzobispo Mario Antonio Cargnello en cuanto al manejo de los recursos económicos pero, sobre todo, en la participación de las monjas de Salta en la devoción a la Virgen del Cerro y el vínculo de las religiosas con María Livia Galiano de Obeid, a quien definen como “vidente”.

Advierte el texto que “la Comunidad de las Hermanas Carmelitas de Salta no debe en ningún modo involucrarse en actividades ligadas a la así conocida "Obra yo soy la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús y yo soy el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús".  La nunciatura añade que la “implicación”  de la Comunidad del Monasterio en ese culto contra la voluntad del Obispo y de los sacerdotes de la Diócesis lleva a una división de la Iglesia local”.

Por lo pronto, se informa que Roma nombrará de inmediato un Asistente Apostólico para el monasterio.

Sin embargo, el pronunciamiento no menciona la denuncia por violencia y malos tratos que la superiora de la comunidad formuló ante la Justicia contra el arzobispo, el obispo Elizalde y el sacerdote Lucio Ajaya.

Esa denuncia penal sí tuvo una respuesta provisoria de parte de la jueza María Carolina Cáceres Moreno, quien dictó una orden de restricción perimetral contra los tres denunciados para que no se acerquen a menos de 300 metros del convento.

Además, se fijó una audiencia para el 3 de mayo.

Según la abogada de las Carmelitas, Claudia Zerda Lamas, el “hostigamiento” verbal y psicológico de Cargnello a las monjas empezó desde que este asumió, en 1999.  El sufrimiento que denuncian las monjas incluye, según numerosas versiones, actos de violencia física.

Pero el detonante de los conflictos (de perfil bochornoso) en los últimos tiempos se habría producido en 2020, en ocasión del velatorio de una religiosa. La comunidad había instalado allí una imagen de la Virgen del Cerro, que Cargnello sintió como un agravio a su autoridad y, al parecer, intentó quitarla personalmente.

La denuncia penal contra el arzobispo fue respaldada por todas las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres, las que proyectan llevar su solidaridad a las religiosas, con una movilización masiva en el convento cuando se realice la audiencia ante la jueza.

El conflicto, en todos sus matices, representa un escándalo más para una Iglesia Católica de Salta, golpeada en los últimos años por las condenas por abuso sexual dictadas contra obispos y sacerdotes, que ponen en duda la autoridad moral de la institución misma.

Además de la disputa administrativa, por la administración económica del convento, este conflicto pone en crisis una devoción multitudinaria, como es la de la virgen del Cerro, que se ha convertido en un fenómeno nacional.  

El documento

Los puntos destacados del documento, según la información suministrada por la Curia salteña y reproducida por la agencia oficial del Episcopado, AICA son:

El Monasterio San Bernardo de las Monjas Carmelitas Descalzas de Salta según la Regla y la Constitución aprobadas, goza de su debida autonomía, aun estando bajo la vigilancia del Obispo diocesano cuya autoridad y acción están establecidas por el derecho.
En esta perspectiva, el Obispo tiene el derecho de visitar el Monasterio y de recibir, y la Priora el deber de presentar, un informe anual sobre la administración de los bienes y sobre la economía del monasterio (cf. Cor Orans, n. 81 c). La administración de los bienes temporales del Monasterio debe ser transparente y presentada a la comunidad en todos sus aspectos, porque los bienes temporales son bienes de toda la comunidad y la Priora y la ecónoma son solo sus administradoras en nombre de la comunidad.
Para la transparencia de la economía y la administración de los bienes, el Monasterio debería nombrar, preservando la propia ley, una ecónoma, de modo que el priorato y el economato no estén concentrados en una sola persona”.
La Comunidad de las Hermanas Carmelitas de Salta no debe en ningún modo involucrarse en actividades ligadas a la así conocida "Obra yo soy la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús y yo soy el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús" y sostener esta actividad, que claramente tiene sus repercusiones entre los fieles, que constituyendo una forma de apostolado está bajo la exclusiva autoridad del Obispo del lugar, inclusive la supervisión del apostolado hecho por los laicos y sostenido en diferentes maneras por el convento en el contexto de las denominadas apariciones mencionadas en la documentación recibida. Le espera al obispo del lugar, o a través de él a la competente Congregación de la Sede Apostólica discernir su veracidad y autorizar las prácticas de culto en este contexto”.
Permitir a los fieles laicos de residir en modo permanente en el terreno del monasterio, de participar de forma habitual a la vida de la comunidad monástica, y permitir a los peregrinos de acceder al terreno del Monasterio, …. contra la voluntad del Obispo y de los sacerdotes de la Diócesis, que lleva a una división de la comunidad de la Iglesia local y a conflictos a los cuales se refiere la documentación.
El Monasterio, permitiendo a la "vidente", la Sra. María Livia Galiano de Obeid, vivir en los locales propios y asignando algunos espacios para los peregrinos cercanos a este contexto, está claramente involucrado en esta obra, contra la voluntad de la Iglesia local”.
La comunidad de las Carmelitas Descalzas de Salta debe vivir plenamente el carisma carmelita.
Se recomienda una formación renovada en el espíritu de la Regla y según la tradición carmelitana, observando la propia tradición de vida monástica
El Dicasterio romano ha decidido nombrar un Asistente Apostólico para el monasterio, mediante un decreto inmediato por el que indicarán las competencias y la persona nombrada.

Comunicado Madres Carmelitas (1).pdf